domingo, 29 de noviembre de 2020

¿Don Quijote loco?

¿Piensas tú que las Amarilis, las Filis, las Silvias, las Dianas, las Galateas, las Fílidas y otras tales de que los libros, los romances, las tiendas de los barberos, los teatros de las comedias están llenos, fueron verdaderamente damas de carne y hueso, y de aquellos que las celebran y celebraron? No, por cierto, sino que las más se las fingen por dar subjeto a sus versos y porque los tengan por enamorados y por hombres que tienen valor para serlo. Y, así, bástame a mí pensar y creer que la buena de Aldonza Lorenzo es hermosa y honesta, y en lo del linaje, importa poco, que no han de ir a hacer la información dél para darle algún hábito, y yo me hago cuenta que es la más alta princesa del mundo IDQ, cap. XXV.

miércoles, 12 de septiembre de 2018

La Marcela del Quijote contra el acoso y el chantaje sentimental

"Yo conozco, con el natural entendimiento que Dios me ha dado, que todo lo hermoso es amable; mas no alcanzo que, por razón de ser amado, esté obligado lo que es amado por hermoso a amar a quien le ama. Y más, que podría acontecer que el amador de lo hermoso fuese feo, y siendo lo feo digno de ser aborrecido, cae muy mal el decir 'quiérote por hermosa; hasme de amar aunque sea feo'." IDQ, cap. XIV

lunes, 10 de septiembre de 2018

Escasa higiene de don Quijote

Estaba en camisa, la cual no era tan cumplida que por delante le acabase de cubrir los muslos y por detrás tenía seis dedos menos, las piernas eran muy largas y flacas, llenas de vello y nonada limpias; tenía en la cabeza un bonetillo colorado, grasiento, que era del ventero IDQ, cap. XXXV

lunes, 13 de julio de 2015

Depresión de Don Quijote... y su remedio

"—Come, Sancho amigo —dijo don Quijote—: sustenta la vida, que más que a mí te importa, y déjame morir a mí a manos de mis pensamientos y a fuerzas de mis desgracias. Yo, Sancho, nací para vivir muriendo y tú para morir comiendo; y porque veas que te digo verdad en esto, considérame impreso en historias, famoso en las armas, comedido en mis acciones, respetado de príncipes, solicitado de doncellas: al cabo al cabo, cuando esperaba palmas, triunfos y coronas, granjeadas y merecidas por mis valerosas hazañas, me he visto esta mañana pisado y acoceado y molido de los pies de animales inmundos y soeces. Esta consideración me embota los dientes, entorpece las muelas y entomece las manos y quita de todo en todo la gana del comer, de manera que pienso dejarme morir de hambre, muerte la más cruel de las muertes. 
[...]
—Si tú, ¡oh Sancho!, quisieses hacer por mí lo que yo ahora te diré, serían mis alivios más ciertos y mis pesadumbres no tan grandes: y es que mientras yo duermo, obedeciendo tus consejos, tú te desviases un poco lejos de aquí y con las riendas de Rocinante, echando al aire tus carnes, te dieses trecientos o cuatrocientos azotes..." Don Quijote II, cap. LIX.

domingo, 12 de julio de 2015

Qué es lo que vio esta doncella en vuestra merced...

"—Sus deseos [de Altisidora hacia DQ] [...] engendraron en mi pecho antes confusión que lástima.
—[...]Pero no puedo pensar qué es lo que vio esta doncella en vuestra merced que así la rindiese y avasallase: qué gala, qué brío, qué donaire, qué rostro, que cada cosa por sí destas o todas juntas la enamoraron; que en verdad en verdad que muchas veces me paro a mirar a vuestra merced desde la punta del pie hasta el último cabello de la cabeza, y que veo más cosas para espantar que para enamorar" Don Quijote II, cap. LVIII.

sábado, 11 de julio de 2015

Tener ganas de ... en el Quijote

"-Pues sepa que quiero decir si le ha venido gana de hacer lo que no se excusa.
-¡Ya, ya te entiendo, Sancho! Y muchas veces, y aun ahora la tengo. ¡Sácame de este peligro, que no anda todo limpio! [...]
Y diciendo esto don Quijote, se apartó con Sancho en remota parte, de donde vino más aliviado", Don Quijote I, caps. XLVIII-XLIX.